EN DEFENSA DE LAS HISPANIDAD
Jesus Enrique Tinoco Gómez
Carlos Manuel Estefanía presentó un mensaje sobre “la valentía del pueblo peruano frente a la invasión británica, una gesta olvidada por muchos, pero que desde esta “Madre Patria”, como solían llamarla los pueblos hispanoamericanos, aún se honra con sincera admiración. narrativas anglófilas.” El mensaje fue respondido por Eloy Villacrez y hay un intercambio muy interesante. Como este es un espacio público, quien hace una contribución de texto o imagen acepta comentarios y hasta polémicas, como es el caso. Así, sin ser invitado voy a intervenir; Espero que sea útil.
Hay un elemento central en esta defensa de la Hispanidad: nuestras historias son una colección de mentiras, derivada de haber sido escrita, en general, por los vencedores, ingleses, españoles, franceses, alemanes, etc. En consecuencia, todo intento de revisar esa historia oficial debe se encarada con la mayor ecuanimidad y rigor.
Me viene a la memoria en este punto Melquiades, el gitano de la novela Cien años de soledad, escrita por Gabriel García Márquez; este personaje escribe la historia de los Buendía, en sanscrito y sin tiempo, como si todo ocurriera en un único momento; el último de los Buendía consigue descifrarlo un instante antes de que Macondo sea destruido por un vendaval. “El primero está amarrado a un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas”
Parte de este punto: no se puede abordar la historia sin considerar el tiempo y el lugar en que ocurrieron los hechos. ¿Cómo era “España” cuando vinieron a América? No voy a discutir los horrores que ocurrieron desde su llegada hasta su “salida”, me limitaré a sugerir que consulte el Archivo General de Indias en Sevilla, allí se encuentra la documentación que comprueba la veracidad del genocidio, que algunos disfrazan como “desastre demográfico”
Los pueblos de la Península Ibérica, los antiguos visigodos que habían sido dominados por Roma y más tarde por los árabes, estaban en un período de, por así decirlo, obtener su propia independencia, expulsando árabes y judíos; en este proceso se desarrollaban guerras entre ellos, se hacían alianzas militares o por matrimonio, se traicionaban entre ellos y todas las miserias que implicaban este tipo de procesos; una parte se fue agrupando en lo que hoy es Portugal y otra en lo que hoy es España. Puede decirse que los pueblos de la Península Ibérica estaban en un movimiento histórico de ascenso.
España no existía como la conocemos hoy, el núcleo del ascenso era la unión de los reinos de Castilla y Aragón, mediante el matrimonio de sus reyes: Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Matrimonio ilegal según las leyes de ambos reinos pues eran primos segundos e inmorales por las normas religiosas católicas. Para hacerlo obtuvo permiso del Papa, gestionado por el entonces cardenal Rodrigo Borja; quien luego fue a Roma y se convirtió en Rodrigo Borgia, Papa Alejando IV (El Papa más corrupto de la historia de la iglesia católica).
Los que después serían los reinos de España y Portugal comenzaron la invasión, conquista y colonización del norte de África, Marruecos y Celta, y, naturalmente, se peleaban entre ellos. Pidieron la mediación del Para Alejandro IV, quien transmitió lo que se conoce como las Bulas Alejandrinas que no resolvieron los problemas, entonces auspicio un encuentro entre ambas partes dando origen al Tratado de Tordesillas, nombre del castillo donde se reunió, estableciendo que parte de los nuevos territorios seria de España y cual la de Portugal.
Mientras tanto Castilla y Aragón terminaron de expulsar a los árabes (moros) y junto con ellos a los judíos, con una salvación: quien quisiera quedarse debía convertirse al catolicismo y su riqueza pasaba a ser controlada por la Corona; para garantizar que funcionase, utilizando justificaciones piadasas instaladas en la Santa Inquisición, que fue presidida por Tomás de Torquemada, confesor de la reina Isabel.
Las diversas expediciones, tanto de España cuanto, de Portugal, incluyendo las de Colón, que no era nada más que un esclavista ávido de rapiña, al punto que al retorno de su primer viaje llevado, en calidad de esclavos para ofrecer a la reina 400 (si la memoria no me es infiel) siboneyes, la mitad de los cuales murieron durante la travesía; y todos los otros: Pizarro, Cortez, Almagro, Vasco da Gama, El Cano, etc., vinieron a hacer lo que sabían: invadir, saquear, pilar, colonizar; es decir, todo lo que ya hacían en la Península y en el África. ¿Madre? ¡Quien sabe! Los registros históricos (vide Archivo General de Indias) no muestran precisamente comportamientos de “madre cariñosa”.
Pero lo más grave fue que generaron el concepto de “raza naturalmente inferior” para los pueblos de América, concepto que fue puesto por escrito años después del inicio de la invasión por el benedictino Juan Ginés de Sepúlveda (Valladolid 1550) durante las controversias con Bartolomé de las Casas, concepto que se arrastra hasta los días, por ejemplo, las declaraciones del español Borrell, jefe de diplomacia europea hasta el año pasado.
En los años 1800 adelante los imperios español y portugués estaban en descenso, en 1805 la Armada Invencible fue derrotada y destruida en Trafalgar por la flota del inglés Nelson; eran los imperios francés e inglés disputando la primacía europea y mundial; tanto España cuanto Portugal ya habían sido invadidos por Francia, en España ya se había promulgado la Constitución de Cádiz (1812) que contribuyó para los movimientos independentistas de América; por lo que analizar ese proceso implica colocarlo en el nuevo escenario mundial. Para los pueblos de América también significó redefinir su nuevo papel que, resumidamente, era la dependencia económica de Inglaterra.
Para mi, a semejanza de Villacrez, mi madre fértil y cariñosa es la que está aquí, entrañada no apenas en mi sangre sino en mi espíritu. Esa madre fue invadida, explotada, agredida muchas veces, pero no fue destruida; y bien que lo intentaron, como muestra está la sentencia del corregidor José de Areche contra los derrotados encabezados por Tupac Amaru II; Esa sentencia, pienso yo, dejaría pálido, de envidia, al propio Torquemada. ¡Inútil! Hoy el Perú es un país multicultural, con 32 lenguas vivas y activantes, varias de ellas con gramática y escritura aprobadas y reconocidas mundialmente. Pero tampoco se puede negar que en ese proceso desigual hubo intercambios, en ambos sentidos, algunos positivos, otros no tanto.
Para finalizar voy a traer dos frases de mi maestro, José María Arguedas: “soy como un demonio feliz hablando en español y en quechua” ya pesar de todo ¡Todavia somos! Que en runa simi se dice: Kachqaniraqmi.Y así puedo amar libremente, de mi voluntad, al pueblo español, mi hermano, al de Bartolomé de las Casas, García Lorca, Picasso y…..
Enrique Tinoco
Salvador, 21 de abril de 2025.